2 Perdonaste la iniquidad de tu pueblo, cubriste todos sus pecados.
3 Reprimiste toda tu saña, te apartaste del ardor de tu enojo.
4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación, cese tu desagrado hacia nosotros.
5 ¿Estarás enojado con nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?
6 ¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?
7 Muéstranos, oh Eterno, tu infaltable amor, y danos tu salvación.
8 Escucharé lo que Dios, el Eterno, hablará; porque promete paz a su pueblo, a sus santos, para que no se vuelvan a la insensatez.
9 Ciertamente su salvación cerca está de quien lo reverencia, para que habite la gloria en nuestra tierra.
10 El amor y la fidelidad se encontraron, la justicia y la paz se besaron.
11 La fidelidad brotará de la tierra, la justicia mirará desde el cielo.
12 El Eterno dará también el bien. Y nuestra tierra rendirá su fruto.
13 La justicia irá delante de él, y sus huellas serán nuestro camino.