2 Escóndeme del secreto consejo de los malignos, de la conspiración de los que obran iniquidad.
3 Afilan como espada su lengua, lanzan como flechas sus palabras amargas,
4 para asaetear a escondidas al íntegro, le tiran de improviso y nada temen.
5 Obstinados en su inicuo designio, tratan de esconder los lazos, y dicen: "¿Quién los ha de ver?
6 "¿Quién investigará nuestros crímenes? Hemos trazado un plan astuto". El pensamiento y el corazón de ellos es un abismo.
7 Pero Dios los herirá con saeta, de repente serán heridos.
8 Sus mismas lenguas los harán caer, se espantarán de los hombres que los vean.
9 Entonces temerán todos los hombres, y anunciarán la obra de Dios, y entenderán sus hechos.
10 El justo se alegrará en el Eterno, confiará en él, y se gloriarán todos los rectos de corazón.