2 Examíname, oh Eterno, y pruébame. Examina mi corazón y mi mente.
3 Porque tu amor invariable está ante mis ojos, y ando en tu verdad.
4 No me siento con los hipócritas, ni me asocio con los simuladores.
5 Aborrecí la reunión de los malignos, y no me siento con los impíos.
6 Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh Eterno;
7 para exclamar con acción de gracias, y contar todas tus maravillas.
8 Oh Señor, amo la habitación de tu morada, el lugar donde está tu gloria.
9 No arrebates mi vida con los pecadores, ni con los hombres sanguinarios,
10 en cuyas manos está el mal, y su diestra llena de sobornos.
11 En cambio, yo ando en integridad. Redímeme y ten misericordia de mi.
12 Mi pie ha estado en rectitud. En las congregaciones alabaré al Eterno.