2 Nuestros pies estuvieron a tus puertas, oh Jerusalén.
3 Jerusalén, edificada como ciudad de compacta armonía.
4 Allá suben las tribus, las tribus del Eterno, conforme al testimonio dado a Israel, para alabar el Nombre del Señor.
5 Porque allí están las sillas del juicio, las sillas de la casa de David.
6 Orad por la paz de Jerusalén: "Sean prosperados los que te aman".
7 "Haya paz dentro de tus murallas, descanso en tus palacios".
8 Por amor de mis hermanos y mis amigos, te saludo: "Haya paz en ti".
9 Por amor a la casa del Eterno nuestro Dios, buscaré tu bien.