2 Porque la boca del impío y del engañador se han abierto contra mí, han hablado contra mí con lengua mentirosa,
3 con palabras de odio me han rodeado, pelearon contra mí sin motivo.
4 En pago de mi amor son mis acusadores, pero yo oro.
5 Me devuelven mal por bien, odio por amor.
6 Pon contra él a un impío, y Satanás esté a su diestra.
7 Cuando sea juzgado, salga culpable, y su oración sea tenida por pecado.
8 Sean pocos sus días, y otro tome su oficio.
9 Queden sus hijos huérfanos, y su esposa viuda.
10 Anden sus hijos vagabundos, mendiguen, y sean expulsados de sus desolados hogares.
11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo.
12 No tenga quien le haga misericordia, ni quien se compadezca de sus huérfanos.
13 Su posteridad sea talada, y en la siguiente generación sea raído su nombre.
14 Venga en memoria ante el Eterno la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.
15 Estén siempre ante el Señor, y él corte de la tierra su memoria.
16 Por cuanto no se acordó de tener misericordia, sino que persiguió al afligido, menesteroso y quebrantado de corazón, para entregarlo a la muerte.
17 Amó la maldición y le vino. No quiso la bendición, y ella se alejó de él.
18 Se vistió de maldición como de un vestido, y entró como agua en sus entrañas, como aceite en sus huesos.
19 Séale como vestido con que se cubra, y cinto con que se ciña siempre.
20 Este sea, de parte del Eterno, el pago de los que me calumnian, y hablan mal de mí.
21 Pero tú, oh Soberano Señor, favoréceme por amor de tu Nombre. Líbrame, por la bondad de tu constante amor;
22 porque estoy afligido y necesitado, y mi corazón está herido dentro de mí.
23 Me voy como la sombra cuando declina, soy sacudido como langosta.
24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, mi carne desfallece por falta de gordura.
25 He sido para ellos objeto de oprobio, me miraban, y meneaban su cabeza.
26 Ayúdame, oh Eterno Dios mío, sálvame conforme a tu constante amor,
27 y entiendan que ésta es tu mano, que tú Señor hiciste esto.
28 Maldigan ellos, pero bendice tú. Levántense, pero sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.
29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian. Sean cubiertos de su confusión como con manto.
30 Alabaré al Eterno en gran manera con mi boca, en medio de muchos lo alabaré,
31 porque él se pone a la diestra del pobre, para librarlo de quienes lo condenan.