2 ¡Cantadle, cantadle salmos, pregonad todas sus maravillas!
3 ¡Gloriaos en su santo Nombre, alégrese el corazón de los que buscan al Señor!
4 ¡Buscad al Señor y su poder, buscad siempre su rostro!
5 Acordaos de sus maravillas, de sus prodigios y de los juicios de su boca,
6 vosotros, descendientes de Abrahán su siervo, hijos de Jacob, sus elegidos.
7 El es el Eterno nuestro Dios, en toda la tierra están sus juicios.
8 Se acuerda siempre de su pacto, de la palabra que mandó para mil generaciones,
9 el pacto que concertó con Abrahán, de su juramento a Isaac,
10 que estableció a Jacob por decreto, a Israel por pacto eterno,
11 diciendo: "Os daré la tierra de Canaán por cordel de vuestra herencia".
12 Esto cuando eran pocos, y extranjeros en ella.
13 Y andaban de nación en nación, de un reino a otro.
14 No permitió que nadie los oprimiera, y por causa de ellos amonestó a reyes.
15 "No toquéis —dijo— a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas".
16 Trajo el hambre sobre la tierra, Y quebrantó todo sustento de pan.
17 Envió a un hombre delante de ellos, a José, vendido por siervo.
18 Afligieron sus pies con grillos, y lo aprisionaron con cadenas,
19 hasta que se cumplió su predicción, el dicho del Eterno probó a José.
20 Entonces el rey envió, y lo soltó; el señor de los pueblos lo desató.
21 Lo puso por señor de su casa, por gobernador de toda su posesión,
22 para que reprimiera a sus grandes como él quisiera, y a sus ancianos enseñara sabiduría.
23 Después Israel entró en Egipto, y Jacob vivió en tierra de Cam.
24 Allí Dios multiplicó a su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus opresores.
25 Cambió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo, para que contra sus siervos tramaran el mal.
26 Entonces envió a su siervo Moisés, y a Aarón a quien eligió.
27 Por medio de ellos realizó señales, sus prodigios en la tierra de Cam.
28 Envió tinieblas y todo se oscureció, y los egipcios fueron rebeldes a su palabra.
29 Volvió sus aguas en sangre, y mató sus peces.
30 Su tierra produjo ranas, aun en las cámaras de sus reyes.
31 Habló y vinieron enjambres de moscas, y piojos en todo su término.
32 Volvió sus lluvias en granizo, con relámpagos en toda su tierra.
33 Dios destrozó sus viñas e higueras, y quebró los árboles de su país.
34 Hablo, y vinieron langostas y pulgón sin número,
35 que comieron toda la hierba del país, y devoraron el fruto de la tierra.
36 Además, hirió a todos los primogénitos en su tierra, las primicias de toda su fuerza.
37 Entonces sacó a Israel con plata y oro, y no hubo débiles en sus tribus.
38 Egipto se alegró de que salieran, porque su terror había caído sobre ellos.
39 Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche.
40 Pidieron, y les envió codornices; y los sació de pan del cielo.
41 Abrió la peña, y brotó el agua, que corrió por el desierto como un río.
42 Porque Dios se acordó de su santa promesa que había dado a su siervo Abrahán.
43 Sacó a su pueblo con gozo, con júbilo a sus elegidos.
44 Les dio la tierra de las naciones, y heredaron las labores de esos pueblos;
45 para que guardaran sus estatutos, y cumplieran sus leyes. ¡Alabad al Señor!