2 "Así dice el Eterno que hizo la tierra, el Señor que la formó para afirmarla; el Eterno es su Nombre.
3 "Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas, que tú no sabes.
4 "Así dice el Eterno, Dios de Israel, de las casas de esta ciudad, y de las casas de los reyes de Judá, derribadas para hacer defensas contra el asedio,
5 "en la pelea con los caldeos serán henchidas de cadáveres, muertos por mi furor y mi ira. Esconderé mi rostro de esta ciudad, a causa de toda su malicia.
6 "Sin embargo, yo les traeré sanidad y medicina. Los curaré, y les revelaré abundancia de paz y seguridad.
7 "Haré volver los cautivos de Judá y de Israel, y los edificaré como al principio.
8 "Los limpiaré de toda la maldad que cometieron contra mí. Y perdonaré todos los pecados que cometieron, con que se rebelaron contra mí.
9 "Y Jerusalén será para mí por nombre de gozo, alabanza y gloria, entre todas las naciones de la tierra, que oirán todo el bien que les hago. Y temerán y se estremecerán por todo el bien y toda la paz que les concederé".
10 Así dice el Eterno: "En este lugar, del cual decís que está desierto, sin hombres y sin animales, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están asoladas, sin hombres ni ganado,
11 "ha de oírse aún voz de gozo y alegría, canto de novio y de novia, el canto de los que digan: Alabad al Eterno Todopoderoso, porque es bueno, porque su amor es para siempre, voz de los que traigan alabanza al templo. Porque volveré a traer a los cautivos de la tierra como al principio" —dice el Eterno.
12 Así dice el Eterno Todopoderoso: "En este lugar desierto, sin hombre y sin animal, y en todas sus ciudades, aún habrá cabañas de pastores que echen a sestear a su ganado.
13 "En las ciudades de las montañas y de los campos, en las ciudades del sur, en tierra de Benjamín, alrededor de Jerusalén y en las ciudades de Judá, volverán a pasar ovejas ante la mano de quien las cuenta —dice el Eterno.
14 "Vienen días —dice el Señor—, en que yo confirmaré la buena palabra que hablé a la casa de Israel y de Judá.
15 "En esos días y en aquel tiempo haré brotar de David un Renuevo de justicia, que hará juicio y justicia en la tierra.
16 "En esos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y lo llamarán: EL SEÑOR, JUSTICIA NUESTRA.
17 "Porque así dice el Eterno: No faltará a David varón que se siente sobre el trono de la casa de Israel.
18 "Y de los sacerdotes y levitas no faltará varón que ante mí ofrezca holocausto, que encienda ofrenda, y haga sacrificio todos los días".
19 Y esta Palabra del Señor vino a Jeremías:
20 "Así dice el Eterno: Si pudierais invalidar mi alianza con el día y con la noche, de manera que no haya día ni noche a su tiempo,
21 "se podrá también invalidar mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros.
22 "Como no se puede contar el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré los descendientes de David mi siervo, y los levitas que me sirven".
23 Esta Palabra del Eterno vino a Jeremías:
24 "¿Has notado que este pueblo dice que he rechazado a dos familias, que yo mismo había elegido? Y han tenido en poco a mi pueblo, hasta no considerarlos más una nación".
25 Así dice el Eterno: "Si yo no establecí mi pacto con el día y la noche, si no fijé las leyes del cielo y la tierra,
26 "entonces desecharé a los descendientes de Jacob y de David mi siervo, para no tomar de ellos quien sea señor sobre el linaje de Abrahán, Isaac y Jacob. Porque haré volver a sus cautivos, y tendré de ellos compasión".