2 "¿Por qué gastáis el dinero no en pan, y vuestro trabajo en lo que no satisface? Oídme con atención, y comed del bien, y os deleitaréis con algo sustancioso.
3 "Inclinad vuestro oído, y venid a mí. Oídme, y viviréis. Y haré con vosotros un pacto eterno, las amorosas y fieles promesas hechas a David.
4 "Yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.
5 "Llamarás a naciones que no conociste, y naciones que no te conocieron correrán a ti, por causa del Eterno tu Dios, y del Santo de Israel, que te ha dotado de esplendor".
6 Buscad al Eterno mientras puede ser hallado, llamadlo en tanto que está cerca.
7 Deje el impío su camino, y el hombre malo sus pensamientos; y vuélvase al Señor, quien tendrá de él misericordia, y a nuestro Dios, que es amplio en perdonar.
8 "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos —dice el Eterno—.
9 "Como es más alto el cielo que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos".
10 "Como descienden del cielo la lluvia y la nieve, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra, y la hacen germinar y producir, y da semilla para sembrar y pan para comer,
11 "así será mi Palabra que sale de mi boca, no volverá vacía, antes hará lo que yo quiero, y prosperará en lo que le ordené.
12 "Con alegría saldréis, y en paz seréis guiados. Los montes y los collados levantarán canción ante vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
13 "En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán. Y será de renombre para el Señor, señal eterna que nunca será borrada".