2 "Hijo de Adán, pon tu rostro hacia el monte Seir, y profetiza contra él.
3 "Dile: Así dice el Señor, el Eterno: Yo contra ti, oh monte Sei, Extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento y soledad.
4 "Asolaré tus ciudades. Serás asolado, y sabrás que Yo Soy el Eterno.
5 "Por cuanto tuviste enemistad perpetua, y entregaste a Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo extremadamente malo.
6 "Por tanto, vivo yo, —dice el Señor, el Eterno—, a sangre te destinaré, y sangre te perseguirá. Ya que la sangre no aborreciste, sangre te perseguirá.
7 "Convertiré el monte Seir en desierto y soledad, y cortaré de él al que va y al que viene.
8 "Y llenaré sus montes de sus muertos. En tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos, caerán muertos a espada.
9 "Te pondré en asolamiento perpetuo, y tus ciudades nunca más serán restauradas. Y sabréis que Yo Soy el Eterno.
10 "Por cuanto dijiste: 'Las dos naciones y los dos países serán míos. Los poseeremos, a pesar de que el Eterno esté allí'.
11 "Por eso, vivo yo —dice el Señor, el Eterno—, haré conforme a la ira y al celo con que procediste, a causa de tu enemistad con ellos. Y seré conocido en ellos, cuando te juzgue.
12 "Y sabrás que yo, el Eterno, oí todas las injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: 'Son destruidos. Nos fueron dados para que los devoremos'.
13 "Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo las oí.
14 "Así dice el Señor, el Eterno: Para alegría de toda la tierra, yo te asolaré.
15 "Como te alegraste sobre la herencia de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti. Asolado será el monte Seir y toda Edom. Y sabrán que Yo Soy el Eterno".